En un mar en calma solo se atisba a ver la punta del iceberg.
En educación, como en cualquier otra disciplina, docentes y alumnado tendemos a simplificar y quedarnos solamente con aquello que realmente podemos ver con nuestros ojos, los resultados palpables, ¿Qué se trata de evaluar? La nota de un examen. ¿Que se trata de un proyecto? El resultado.
Es por ello que, siempre digo a mi alumnado que no todo es blanco o negro (aprobar o suspender), que hay un maravilloso espectro de colores entre el blanco y el negro. Solamente aquellos que son capaces de detenerse a observar serán capaces de disfrutar las maravillas que nos ofrece cada uno de los colores intermedios, que aplicado a la educación vendría a ser disfrutar del proceso de enseñanza y no solamente aprender de los éxitos sino también de los errores.
Llegó Septiembre y con él un nuevo curso, nuevos alumn@s, nuevas caras y un año por delante donde poder seguir aprendiendo. Decidí escoger la asignatura «Computación y Robótica», he de reconocer que me apasionan los retos y al ser una asignatura nueva e innovadora me motivaba bastante, y qué mejor manera de empezar algo de cero que utilizando una metodología ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) o más bien ABR (Aprendizaje Basado en Retos).
RetoTech de Fundación Endesa era el proyecto de innovación educativa que se ajustaba a lo que estábamos buscando, un proyecto basado en el desarrollo de proyectos tecnológicos a través de distintas técnicas de robótica, programación y creación de apps. Además de ser un proyecto novedoso, nos permitía a los docentes poder formarnos y especializarnos en dichas disciplinas.
Como coordinador en mi centro del proyecto de innovación educativa AulaDCine de la Junta de Andalucía, movilizamos a toda la comunidad educativa para presentar nuestra candidatura a RetoTech a través de un video donde profesorado, alumnado y PAS se unieron para grabar este pequeño corto y explicar a Fundación Endesa porqué debíamos ser seleccionados para participar en su proyecto.
En enfoque que le dimos a nuestra participación en RetoTech, fue completamente transversal y decidimos plantear nuestro cortometraje a través de una adaptación al s.XXI del famoso «Mito de la Caverna» del filósofo griego Platón.
Poco después, nos comunicaron que éramos uno de los 217 centros educativos de toda España seleccionados para participar en la VII Edición de RetoTech_Fundación_Endesa.
Comenzaron las formaciones, en nuestro caso, con los coordinadores de los centros de Andalucía oriental en el IES Albayzin de Granada.
Una vez recibidos los kits de robótica de BQ Educación, comenzamos a trabajar con el alumnado en los diferentes retos tecnológicos propuestos por Retotech.
Después de todo el curso preparándose, estudiando y trabajando, es hora de desarrollar nuestro proyecto final con el que asistir a uno de los cinco festivales Retotech_Fundación_Endesa, un punto de encuentro donde exponer todos los proyectos tecnológicos escolares y compartir experiencias con otros docentes.
A la hora de decidir el proyecto final, hicimos un brainstorming o lluvia de ideas donde las premisas fundamentales del proyecto eran que fuese algo sencillo, funcional y que ayudase a otras personas en su vida cotidiana. Empezaron a surgir ideas que facilitasen la vida de nuestros agricultores de la zona dedicados al sector del olivar, otros proyectos que estuviesen relacionados con nuestro municipio y finalmente decidimos detenernos en algo mucho mas cercano para nuestro alumnado, nuestro centro educativo.
En nuestro centro tenemos una alumna con una discapacidad visual y decidimos basar nuestro proyecto en algo que le ayudase en su día a día, facilitándole la autonomía e independencia y así fue como nació nuestro proyecto BlindTecHelp, un asistente inteligente para personas invidentes.
Comenzamos a trabajar la integración y a realizar diferentes talleres donde el alumnado fuese capaz de detectar cuales eran las dificultades con las que se encontraba en su día a día una persona invidente. Empezamos a anotar todo en nuestro cuaderno diario y poco después comenzamos a darle forma a nuestro primer prototipo de bastón inteligente. Elaboramos un vídeo presentación del proyecto final y nos pusimos mano a la obra a trabajar en él.
Se trataba de cerrar el círculo y dar continuidad a nuestro primer video presentación con el que habíamos comenzado nuestra aventura Retotech, el mito de la caverna seguía presente y gracias a Fundación Endesa habíamos sido capaces de comenzar a ver la luz más allá de «nuestra caverna», ahora teníamos claro que esas herramientas las queríamos utilizar para ayudar a otras personas, como era el caso de Valeria.
Llegó el 30 de Mayo y con él el festival final Retotech, nos recogía un bus de Fundación Endesa para dirigirnos a Málaga y nuestra premisa principal era DISFRUTAR, atrás quedaron las tardes de echar unas horas extra para desarrollar nuestro proyecto, la lucha con Tinkercad para desarrollar el artefacto 3D donde irían encajados todos los sensores, placa y baterías, las peleas con el filamento y las sorpresas que nos daba después de dejar la impresora horas trabajando, los intensivos de Oratoria y hablar en público, etc… Ese día solamente tocaba disfrutar, ver el trabajo de otros centros y aprender, lo único que les pedí a mis alumnos al montar en ese autobús fue:
«Volver con la misma sonrisa e ilusión con la que emprendían su viaje».
Llegamos a la Universidad de Málaga, donde se celebró el festival de Andalucía, nuestros alumnos/as encantados de ver el ambiente universitario y comenzó una jornada de convivencia escolar donde, estoy seguro, se encontraban los futuros responsables de las empresas tecnológicas del futuro, un ambiente acogedor donde como profesor responsable del jurado encargado de elegir el premio local tuve la suerte de conocer grandísimos proyectos todos y cada uno de ellos merecedores del reconocimiento de Fundación Endesa.
Finalmente llegó el momento de la deliberación del jurado. Entre todos los trabajos, durante los diferentes Festivales RetoTech se eligen a nueve ganadores de los premios Endesa de Innovación. Las las categorías serán ‘Premio Fundación Endesa’ y ‘Premio Redes’ a nivel nacional, y además habrá un ganador por festival local. Para ello, tanto el jurado, los empleados de Endesa, los profesores y los usuarios de la web valoran que los proyectos sean originales, creativos, funcionales y atractivos. Además, también es muy importante la defensa y presentación que los alumnos hagan de sus proyectos tecnológicos escolares durante el festival.
Y el Premio Fundación Endesa al mejor proyecto por su competencia técnica, su dimensión estética y artística es para: El
¡¡¡¡¡¡ IES ALMICERÁN !!!
No podría sentir mayor orgullo de este grupo de alumnos/as que han demostrado que:
«Si se cree y se trabaja, se puede» (D.P. Simeone)
De vuelta a casa, me decían los alumnos/as aún un poco incrédulos:
- «Es que nos habías preparado tan bien para venir igual de contentos si no ganábamos, que no nos creemos que sea verdad que nos han dado un premio»
- Mi respuesta: El éxito es como La punta de un iceberg, es lo que la gente ve, lo que no ve es el trabajo duro, la dedicación, el esfuerzo, las decepciones, los sacrificios, los fracasos, la persistencia, …
- Yo lo único que he intentado era prepararos emocionalmente, porque una veces se gana y siempre se aprende.
Gracias, una vez Fundación Endesa más por dejarnos formar parte de este maravilloso proyecto de innovación educativa que ni el alumnado ni yo olvidaremos nuestro paso en esta edición por él. Aún con la resaca emocional, el chute de energía para el alumnado no podría ser mayor, deseando están de que llegue Septiembre para poder volver a participar en la próxima edición.